Uno de los conceptos esenciales para la protección y sostentabilidad del planeta es la economía circular. Se trata de un modelo económico y de desarrollo que se enfoca en minimizar el desperdicio de recursos, reducir la generación de residuos y maximizar la eficiencia en el uso de los recursos naturales.
La evaluación de la conformidad es pieza clave para la economía circular con sus procesos de verificación, medición y certificación en este engranaje que busca la óptima reutilización de material generado en las diferentes industrias.
Para Alexis Valqui, experto internacional en Infraestructura de la Calidad y consultor del Physikalisch-Technische Bundesanstalt (PTB), la evaluación de la conformidad es crucial en la implementación de cualquier política o estrategia de economía circular, ya que es necesario tener normas y estándares que lleven a las mejores prácticas en la reducción de desperdicios, la optimización y correcto uso del material reutilizado.
"No es lo mismo reutilizar un material plástico que ha sido implementado en el sector de alimentos que uno usado en industrias como la petroquímica. Es necesario identificar y clasificar el material desde su origen para tener una idea de a dónde puede ir direccionado para su posterior uso”, dice Valqui. Y en ese momento, es cuando se hacen necesarios los estándares y las certificaciones de cada proceso.
Para esto, señala, hay varios retos tanto para la economía circular como para la evaluación de la conformidad: la innovación y el desarrollo tecnológico, incluida la digitalización; y la estandarización de criterios.
En cuanto a la apuesta por la innovación y el desarrollo tecnológico en los laboratorios para el análisis de materiales, Valqui afirma que “es necesario que nuestros laboratorios mantengan y fortalezcan los estándares para cumplir no solo con los requerimientos del mercado, sino para que, desde la construcción de la confianza, estos mecanismos muestren la importancia y vitalidad para la generación de mejores y más pertinentes políticas públicas y la generación de marcos normativos cruciales para las diferentes industrias en temas de economía circular”.
En cuanto a la estandarización, actualmente no hay normas ISO sobre economía circular. Lo que existe son diferentes esquemas privados que ofrecen certificaciones. Es por esto que Valqui recalca la necesidad de que exista homogeneidad de criterios en las normativas.
La economía circular busca transformar los sistemas de producción y consumo hacia un enfoque más sostenible, promoviendo la eficiencia en el uso de los recursos, la reducción de la contaminación y la generación de empleo verde, pero para que esto se haga de manera correcta, y sea una realidad, es necesaria la evaluación de la conformidad en los diferentes procesos. "Nos encontramos en un paso a paso para el fortalecimiento de la cultura de la producción y el consumo responsable", concluye Valqui.