La evaluación de la conformidad es una actividad muy importante para la vida diaria de la gente.

Entrevista de CCC de Colombia a María Carolina Lorduy, presidente ejecutiva de nuestra asociación, el gremio que reúne a los más importantes organismos de evaluación de la conformidad del país. Esta es su visión de un sector clave para el país.
¿Qué es ASOCEC?
ASOCEC es la sigla de la Asociación Colombiana de Organismos Evaluadores de la Conformidad, el gremio más representativo de los organismos evaluadores de la conformidad, sin incluir a los CRC y los CDA. En ASOCEC se concentran los más grandes y los más visibles organismos que hoy en día están acreditados en Colombia por la ONAC.
¿Cuántos organismos están asociados en ASOCEC hoy?
Estamos hablando de 50 organismos en este momento. Tenemos una oficina en Bogotá, pero nuestros organismos asociados tienen presencia nacional y operación en varias ciudades del país.
¿Cuál fue la motivación principal para crear esta asociación?
ASOCEC cumplió 21 años el pasado 27 de febrero, se creó en 2004, con el objeto de impulsar la acreditación y la evaluación de la conformidad en Colombia. El gobierno nacional estaba en el plan de fortalecer la infraestructura de la calidad y estas acreditaciones que antes las hacía la Superintendencia de Industria y Comercio se las entregó a un ente independiente, que hoy en día es el Organismo Nacional de Acreditación (ONAC), que en ese momento apenas se creaba.
¿Por qué los Centros de Reconocimiento de Conductores (CRC) y los Centros de Diagnóstico Automotor (CDA) no hacen parte de la estructura del gremio?
Hoy en día más del 80% de los organismos acreditados corresponden a esas dos categorías y, como son tantos, pues tienen su propio gremio por sus particularidades. Son acreditaciones para actividades que solo se pueden realizar en el territorio nacional. Tienen sus propios intereses, por eso no están dentro de Asocec.
¿Cuáles son las principales líneas de trabajo de ASOCEC?
ASOCEC promueve de manera general que los organismos evaluadores de la conformidad tengan un terreno competitivo para actuar dentro y fuera del país. Velamos día a día porque los reglamentos técnicos como las normas voluntarias que nuestros asociados acreditan tengan las bases técnicas y las bases regulatorias suficientes que les permitan competir en igualdad de condiciones frente a otros competidores del exterior.
Adicionalmente contamos con numerosos grupos de trabajo que hemos creado con temas muy específicos, en el entendido de que nuestros asociados puedan participar abiertamente y que los planes y las estrategias que salgan de cada grupo las podamos aplicar.
ASOCEC mantiene relaciones permanentes con las entidades del gobierno, las entidades regulatorias, las entidades de supervisión y las demás entidades del Subsistema Nacional de Calidad (Sical): Onac, el Instituto Nacional de Metrología, el Instituto Nacional de Normalización, la Dirección de Regulación del Ministerio de Comercio y la Superintendencia de Industria y Comercio.
¿Asocec desarrolla un trabajo articulado con Onac?
Tenemos una agenda permanente con Onac en temas de acreditación que tienen que ver con la forma como se llevan a cabo las acreditaciones y con temas coyunturales, cuando algún reglamento técnico amerite una conversación. Además, Asocec hace parte del consejo directivo de Onac, el comité administrativo y financiero, el comité de buen gobierno, el comité técnico y el comité presupuestal.
Mi diario vivir es hablar con Onac. Nos reunimos cada mes con varios organismos del Sical en temas de cooperación internacional y temas internos. Es muy demandante el trabajo del gremio.
¿Por qué es importante la evaluación de la conformidad?
No es una pregunta banal. La gran mayoría de los consumidores no sabe qué hay detrás de los productos y servicios que adquieren a diario. Detrás de cada producto y servicio hay un sinnúmero de actividades que se llevan a cabo para que ese producto o servicio se preste en las condiciones adecuadas de idoneidad, calidad y seguridad.
Los organismos evaluadores de la conformidad son como unos notarios, que dan fe de que un producto o servicio no va a causarle daño a la gente y tiene unas condiciones de calidad que les permite satisfacer lo que esas empresas están ofreciendo.
La evaluación de la conformidad es una actividad sumamente importante para la vida diaria de la gente, como pesar un producto en una balanza o llenar el tanque de combustible del carro. Es algo que está detrás de cada cosa que consumimos a diario.
Detrás de cada producto y servicio hay un sinnúmero de actividades que se llevan a cabo para que ese producto o servicio se preste en las condiciones adecuadas de idoneidad, calidad y seguridad.
¿Desde su experiencia, cuáles son esos tres elementos que usted considere deben estar en una primera línea de vanguardia para un organismo de la conformidad?
Lo primero es la competencia técnica. Que las personas que hacen las evaluaciones y las auditorías deben estar muy preparadas, tener una experiencia idónea. Hacer evaluaciones de la conformidad no es una tarea fácil. Las evaluaciones que se hacen son muy técnicas, por lo tanto, esa competencia técnica es lo primero que debe tener un organismo evaluador de la conformidad.
Lo segundo es un rigor especial al realizar las evaluaciones. Debe ser un organismo que mantenga sus procesos y procedimientos como debe ser. De esa manera, tanto el evaluador como el evaluado están seguros que los procesos se llevaron adecuadamente.
Lo tercero es que realmente todas sus actuaciones dentro del mundo de la evaluación de la conformidad generen confianza. La evaluación misma, sus actuaciones en el mercado, los comportamientos de sus evaluadores… Al fin y al cabo, el mundo de la infraestructura de la calidad es el mundo de la confianza.
¿Si usted pudiera determinar una amenaza que enfrente el sector en Colombia cuál podría ser?
Tenemos varios retos en materia regulatoria. Que las regulaciones se hagan con un rigor técnico, que remitan a normas técnicas y no que las regulaciones contengan los requisitos técnicos. Tenemos unos retos en materia de volver a hacer regulaciones acordes con los estándares nacionales e internacionales.
Otro reto es la llegada de certificados del exterior, que muchas veces la autoridad de supervisión no tiene cómo verificar, porque su actividad es muy doméstica. O la llegada de nuestros certificados a otros países que han impuesto barreras técnicas y administrativas.
Tenemos el reto de que las instalaciones que sean inspeccionadas cumplan con todo y que no las maquillen cuando va el inspector. Eso tiene que ver con la periodicidad con la que se hacen las evaluaciones, que no deben ser tan lejanas.
¿Es muy fuerte la competencia internacional en este tema?
En inspección no tanto, porque las inspecciones son más locales. Pero en otros temas si es muy fuerte la competencia, porque los países a veces tienen varios organismos de acreditación. La competencia para nosotros ya es internacional.